LA SOL

Hoy el sol se agarra de un tallo de rosa para no perderse en el cielo
regala la mañana al mundo
observa a la gente en actitud voyerista
olvida su calor, su luz, su vida,
acaso buscando un eclipse
riega mi piel en fotosíntesis
tras los llantos forma sonrisas de arco iris
pela mis máscaras como un plátano a punto de ser devorado
cierra ciclos, crea ciclos, rompe ciclos abruptamente
miro el cielo y pienso en su nombre
lo descubro femenino, tal vez apocope de soledad.
Extiendo mis brazos buscando tocar su candente e ígnea melena rojiza
me detengo al mismo tiempo en dos líneas paralelas
y una escalera pasa sobre mi cabeza
llevando consigo mi mala suerte
mis manos se elevan, alcanzan ahora su sexo solitario y lo acarician
mi cabello se prende en curiosas llamas azules;
los edificios en una fálica competencia
observan con recelo e impotencia
mi diminuto ser fusionado con la sol
cuyo orgasmo me vomita otra vez al suelo
donde corto el tallo que dará paso a la noche.