23/5/09

EL VALLE DEL DESIERTO


Contemple su luz cada mañana. Hice un pacto diario con el sol y el aire. Agradecí a la tierra por pisar aquel lugar. Sentado sobre aquella roca canté, grite, reí y tome sol.

Días silenciosos de retrospección. Días cálidos de eterna primavera. Paseos solitarios y travesías al desierto. Kilómetros, estrellas fugaces y lunas llenas. Poesías al viento. Sin comunicación. Aislado viví.

Caminé kilómetros sediento y perdido. Nunca me faltó nada, la naturaleza se encargó de poner en mi camino todos los elementos. Llegué a destino agotado pero sonriente. Explore el lugar y con una rama dibujé tu nombre sobre la tierra. A la mañana siguiente seguía impreso y en mi próxima ida también lo vería.

Tierra virgen, escasamente poblada, pisada y recorrida, se que aun lo conservas para mí.

Conocí la soledad y aprendí a quererla. Conocí el silencio sanador. El viento suave y el viento fuerte. El agua helada del río y la energía. Tenía mi vida, pero partí de cero. Borré mi memoria y también los malos momentos. Se los trago la tierra. Se los llevó el viento, quedaron perdidos en el desierto a kilómetros de mí. Algún día volveré hasta allá pero ya se habrán hecho parte del paisaje.

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